Un juego por su forma y una ciencia por su dificultad

Sería imposible resumir en pocas líneas las virtudes de este juego: está probado que estimula el desarrollo de habilidades cognitivas tales como la inteligencia, la memoria, la atención y el pensamiento lógico-matemático. Pero también desarrolla el sentido ético: al ser el ajedrez un juego de reglas, al establecer valores, criterios y normas generales para el desarrollo técnico de la partida, la conducta y actitud del jugador.

Además, estimula el desarrollo de la creatividad a través de la resolución de problemas y permite el establecimiento de transferencias a situaciones de la vida diaria, debido a su base matemática y la necesidad de tomar decisiones ante situaciones problemáticas dadas sobre el tablero.

Como deporte, exige prepararse física y mentalmente. El deseo de ganar a los oponentes y las estrategias para conseguirlo tienen muchas similitudes con otros deportes, pero en éste no existen diferencias entre mujeres y varones, y todos parten de las mismas condiciones físicas: no importa la altura, la agilidad, la fuerza ni otras capacidades diferenciales.

¡Vení a practicar ajedrez y comprobá todo lo que tiene para ofrecerte!

"Imposible

resumir

en pocas líneas

las virtudes

de este juego"